Vuelo y vuelo cada vez más
en aleteo compulsivo
de mi explosión milenaria
que baña las arenas blancas y relucientes
de las playas de mi tierra.
Explosión infinita y ansiada
de constelaciones orgásmicas
Que discurren en tu cuerpo blanco
y hermosamente sabio
que en la firmeza de tu abrazo
Impides que mis alas vuelvan a alzar vuelo
Y me llevas nuevamente a la felicidad
Que me da libar tu néctar
De flor virginal una y otra vez.
Eres una rosa o un pompón,
Eres una hortensia o una azucena,
Todas eres tú
Y a todas chupo ávido
Con avidez sedienta de placer
Que estremece hasta el alma,
Que produce escalofríos y desvaríos
Que enloquece cuerdamente.
Vuelo y a todas libo su néctar afrodisíaco
Y en todas encuentro tu sabor,
tu olor, tu esencia corporal.
Porque tú eres todas las flores
De mi Sierra Nevada, amada mía.
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